por Oscar Zimmermann
“La flor es una disposición del espíritu, la semilla está en el oficio”
ZEAMI
Es extraño cumplir tantos años de escenario. Me siento como si hubiera comenzado ayer. En 1977 debuté en el Teatro Municipal de Gerona, Cataluña, España, como corista de la compañía de Zarzuelas Isaac Albéniz, con un teatro repleto que hizo que me enamorara del teatro para siempre. En 1976 me había ido a buscar mi destino a Europa y escapar de la realidad que se vivía en mi país. En España finalmente encontré el lugar donde comenzaría mi carrera como actor.
En 1978 realicé mi primera actuación en la obra “El Cautivo Cristiano”, un auto sacramental que se representaba en la fiesta de la Tirana, norte de Chile, hasta el año 1955. Este mi primer montaje teatral fue el inicio de un largo camino y escuela junto a mis maestros Andrés del Bosque y Hernán González, dos actores chilenos que tenían ya una larga trayectoria teatral. En esta obra representé al sargento y Supay, el diablo andino, con una máscara que gentilmente me facilitó el consulado de Bolivia en Madrid, España.
De vuelta en Chile, junto a Andrés del Bosque y Hernán González dimos inicio al Teatro Circo y Teatro Clown el año 1983 con “Por Arte de Birlibirloque”, obra que reunía tres farsas españolas, dos de José Ruibal y un paso de Lope de Rueda. El estreno en el teatro Camilo Henríquez significó el resultado de investigaciones en fiestas y carnavales en Latinoamérica y España donde encontramos al tonto de carnaval y su correspondiente hoy día, el payaso o clown. Ahí descubrí mi primer payaso teatral, pintando un terno de mi padre y pintándome la nariz roja.
Diez años más tarde (1994) y después de varios montajes en el cuerpo, tuve una de las experiencias más desafiante, importante y significativa de mi carrera como actor y clown. Representar al payaso más famoso de Chile, el Tony Caluga, en la obra de antología del teatro chileno “Las Siete Vidas del tony Caluga”, de Andrés del Bosque, obra ganadora del premio Apes y premios de la crítica especializada como la mejor obra del año. Esta experiencia marcaría un antes y un después. Fueron dos años de investigación y creación y dos años más de presentaciones por todo Chile y el extranjero.
Estrenamos en una carpa donde podía ver la luna cada noche de presentación, después con la llegada de las lluvias tuvimos que cambiarla dos veces. Estuvimos seis meses en Vicuña Mackenna con carpas que dejaban pasar la lluvia y todos terminábamos mojados con los maquillajes corridos en una odisea alucinante con el público de pie para no mojarse. Después vinieron 50 funciones del teatro itinerante por todo Chile, actuando en gimnasios abarrotados con tres mil o seis mil personas que disfrutaban y se emocionaban al recordar la vida del gran Tony Caluga.
Pero representar al Tony Caluga y Don Abraham Lillo Machuca tuvo sus costos, perdí a mi madre en un trágico incendio y mi mujer se enfermó igual que le pasó al Tony Caluga. El honor de representar al payaso más famoso de Chile, quien fuera mi ídolo de niño me marcaría para toda la vida. Finalmente fuimos invitados al festival de la Artes de San José de Costa Rica (1996) donde terminamos la temporada de dos años de risas, emociones y grandes aprendizajes.
Habían pasado 25 años trabajando, creando y aprendiendo con los hermanos González y muchos maestros más, era hora de comenzar mi propio viaje.
El año 2002 tuve la oportunidad de crear “Viaje”: mi primer unipersonal de Teatro Clown, con la dirección del gran maestro y director argentino Julian Howard, dando comienzo a mi carrera como solista. Con Viaje he sido invitado a importantes festivales y encuentros de clown:
A “Carcajada”, Buenos Aires, Argentina (2002); a “Los Temporales Teatrales” de Puerto Montt, Chile (2003); al “Anjos do Picadeiro” en Brasil, (2006 y 2009), el encuentro de payasos más importante de Latinoamérica; a “Mímame” en Medellín, Colombia (2006); al “Upa Chalupa” de Valparaíso, Chile (2007); a “Identidades” en Antofagasta, Chile (2016); al “Festival Internacional de Payasos de Gran Canaria”, España (2019) donde obtuve el premio del público como mejor obra. Y a muchos otros teatros en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, España y Francia. Crear y representar “Viaje” ha sido una experiencia profunda y de madurez artística.
Luego vinieron cinco creaciones más: “Chejoviando”, Fondart de creación (2004), “El Clownplejo de Edipo”, Fondart de Creación (2006), “El Payaso y su Doble”, Fondart de Excelencia (2010), “Shakespeare in Clown”, Fondart de Residencia en Sao Paulo, Brasil (2014) y por último “Luna de Miel” en 2021, mi primera dirección internacional en pandemia, obra de danza-teatro-clown creada y dirigida para la “Cía. Lamira Artes Cénicas”, de Palmas Tocantins, Brasil. Ha pasado mucha agua, por no decir mucho sudor por los escenarios.
Este año 2022 se cumplen 20 años del estreno de “Viaje” y 45 desde mi primera actuación en España. Es muy hermoso darme cuenta de que lo que a mis diecinueve años fue solo un sueño, hoy lo veo plenamente realizado. Todas y cada una de mis obras me han dado una flor como dice Zeami, el resto ha sido trabajo, perseverancia, y sortear las dificultades con amor por el oficio y la vida. Estoy muy agradecido del camino elegido.
Mis próximos proyectos son: terminar de escribir mi primera obra de teatro clown “Escuela de Payas@s”, para después montarla como director; crear el primer Centro de Investigación en el Arte del Clown en Chile; y continuar con el proyecto de creación audiovisual “Enclownstrados: Píldoras Cómicas en Pandemia”, que surge al alero del 5° taller de clown impartido para el Diplomado en Artes Circenses de la UAHC en Santiago, Chile, en forma online, en plena cuarentena. Espero poder realizar este innovador proyecto audiovisual junto a colegas que han abrazado el camino del arte cómico del clown en Chile y así ser un aporte con un tipo de humor distinto para el país.
Este año 2022 viene con grandes desafíos y creaciones que me vuelven a llenar de entusiasmo, dentro del marco de un nuevo y hermoso ciclo que comenzamos a vivir como país. Cuando volví de España muchos amigos me preguntaban por qué me volvía a Chile, la respuesta era que sólo por intuición, hoy podría responder con mejores argumentos como ser un aporte a la cultura y al arte de mi país, desarrollando y difundiendo el maravilloso arte del teatro clown y al clown.
Oscar Zimmermann.
Actor, clown, docente y director.
enero 2022/Chile